sábado, febrero 18

La importancia de la ortografía en nuestra vida diaria.

Como Diseñadores Gráficos que somos, hay un punto muy importante en relación a este trabajo y profesión del cual nos ocupamos muy poco a veces y creo yo que es trascendental en el desempeños de nuestras funciones, y esto es precisamente: LA ORTOGRAFÍA.

Pudiera ser que pensemos que este aspecto cultural tiene poca relevancia con nuestra profesión, después de todo nos dedicamos a resolver problemas de comunicación visual, por lo que la ortografía pasaría a segundo término: Error, nada más alejado de la realidad; la ortografía es un punto clave y de vital importancia para todo aquel que se diga y viva como diseñador Gráfico o cualquier otra profesión. Lamentablemente he conocido a otros compañeros de la Carrera y de otras profesiones con una ortografía terrible, y que no conformes con descubrirlo, descaradamente lo declaran, como si tener una deficiencia en la ortografía fuera un hábito presumible y honroso, cuando en realidad tener una mala ortografía demuestra claramente falta de respeto ante el lenguaje escrito.
La letra escrita como tal, nos permite sin necesitad de sonido o apoyo visual alguno comunicar cualquier mensaje o información que necesitemos, y si bien la imagen nos proporciona un punto de apoyo inmejorable, si la ejecución del lenguaje escrito falla, todo lo demás se viene abajo irremediablemente; así pues tenemos que los signos de puntuación nos permiten distinguir las frases: Qué ¿estas comiendo? ¿Qué estas comiendo? Y “Haz como que estas comiendo” y eso sólo por poner un ejemplo.

Y entonces ¿cómo podemos mejorar este problema de la ortografía? Pues simple y sencillamente: LEYENDO.

Y esto nos lleva a otro problema que tristemente se agrava en mucha gente: La pésima calidad de la lectura, y no hablo de leer cosas cual candidato presidencial en mitin político, me refiero a las personas que al momento de leer se comen palabras, se traban en la pronunciación de determinadas palabras o simplemente los signos de puntuación son invisibles a sus ojos; es entendible que leer por primera vez la palabra otorrinolaringólogo pueda trabar a más de uno, pero es reprobable que alguien que intente leer: “Se renta madera, zinc y cemento” termine diciendo: “Se renta madre sin sentimientos”. La única manera de poder agilizar nuestra capacidad de lectura, aumentar nuestro vocabulario, y mejorar nuestra ortografía es y será simple y sencillamente: el leer más y mejores contenidos.

La lectura debe ser un hábito cotidiano de todo el mundo, y esta traerá como consecuencia una mejor comprensión del lenguaje escrito y una mejora en nuestra ortografía y redacción, quién no lo hace simplemente estancará su nivel cultural, y reflejará su poca capacidad de superación personal en este aspecto.

Leamos, al final de cuentas es para nuestro bien.

Aquí un pequeño y llano ejemplo del cómo la falta de ortografía puede dar al traste con toda nuestra imagen. Yo como abogado sinceramente desconocía que existiera un trámite de "divocio" y "penciones" Además esto muestra que el problema de este despacho no es que haya ido con un diseñador o rotulista con mala ortografía, sino que además el dueño del despacho o sus integrantes no tienen la capacidad de ver dicho error ortográfico y corregirlo, hasta donde me consta ese error tiene más de un año ahí y nadie parece quererlo corregir.

miércoles, febrero 1

El Diseño Editorial en México

Que opino sobre el Diseño editorial en México:

Preguntando a un par de Diseñadores Gráficos que ya se desenvuelven profesionalmente en el ámbito Editorial en México, su comentario sobre este puede concretarse en la siguiente frase: “El Diseño Editorial en México tiene mucha presencia, y va aumentando y mejorando”

Pero ¿cómo puede opinarse eso si México es uno de los Países que menos lee? Y la respuesta contradice precisamente eso, al menos desde mi punto de vista: en efecto México es un País que lee muy poco en cuestión de libros; pero en cuestión editorial y de publicaciones periódicas México de verdad consume y lee mucho material editorial. Y es que sólo hay que darse una vuelta por las calles del centro histórico donde están las distribuidoras y bodegas de revistas y notaremos que no solo son muchas, sino que también están abarrotadas de material de lectura y que tienen un flujo constante todo el día en cuanto a trabajo; además, en cualquier plaza cívica o lugar público no faltará la persona que tiene en sus manos desde el periódico, hasta la revista de modas o chismes; y en cualquier peluquería, boleros o taxis no puede falta el periódico del día o el montón de revistas para entretenerse.

Esto nos dice directamente que si bien en México el hábito de leer libros no esta arraigado como práctica común, sí es algo cotidiano el leer publicaciones semanales, diarias o mensuales; y que estas por ende deben y tienen un diseño editorial en su interior. Entonces aquí las opiniones de los diseñadores entrevistados se hacen ciertas; El diseño Editorial tienen un auge muy fuerte en México y se acrecenta cada vez más: desde la revista semanal de chismes del espectáculo que podemos calificar como mediocre su diseño editorial; hasta los medios especializados de Arquitectura, de Finanzas o los periódicos en sí, que cuidan en todo detalle y aspecto su compaginado, maquetación, medianiles, etc.

En conclusión: El Diseño editorial en México tiene una presencia muy fuerte y que día a día se fortalece y se mejora gracias al trabajo de Diseñadores dedicados y a la constante demanda de material para publicar que existe todo el tiempo, y aún cuando las nuevas tecnologías digitales toman terreno en este aspecto, en el ámbito del material impreso y la practicidad de este, difícilmente le robaran o tomarán su papel en el corto o mediano plazo. México es un país que lee mucho aunque no sean libros como tal, y por eso el campo editorial siempre estará abierto a quienes deseen adentrarse en él y contribuir con ideas.

La calidad tanto editorial como de contenidos del TV Notas no puede compararse con la de Arqueología Mexicana por ejemplo, pero se justifica si analizamos el público a quienes van dirigidas dichas publicaciones: